sábado, 7 de septiembre de 2019

Penumbra

No tienes idea de cuánto te extraño.

Sigo amandote profundamente, siento que podría estar cometiendo un gran error...y mi pecho quiere estallar de dolor.

La noche me abraza por dentro, pero trato de llevar el día por fuera, la luz del sol en el rostro  en medida de lo posible, pues nadie quiere verme triste demasiado tiempo, nadie lo soporta, la expectativa sobre mí es estar feliz, positiva y fuerte, dar vuelta a la página.

Pero no sé cómo hacerlo por mucho tiempo, necesito huir, salir de aquí, pero no tengo a donde ir.
No hay alivio, santuario, no hay silencio ni nadie que me abrace y me permita llorar el tiempo que quiera, sin soltarme.

No importan los deseos de soledad, no importa que no crea más en nosotros, de verdad te extraño y he de seguir rompiéndome cada día para no ceder, para no salir corriendo a tu encuentro, menos ahora, que me he quedado sin fé y seria peso muerto.
Menos ahora que no veo claro el futuro, que me siento tan triste y miserable.

Ayúdame, no encuentro mi hogar, no siento calidez, ni ganas de estar conmigo misma, logro encender la luz a ratos, pero titila débilmente y se apaga de inmediato mientras me estoy hundiendo en lo más helado y cada vez más profundo... temo no poder volver a salir.

Pensé que había ya tocado fondo, pero sigo cayendo, no puedo ni quiero arrancarte de mi.
Eres parte de mi alma, tu la completas y siempre estarás ahí, quitarte sería como vaciar mi cuerpo de sangre.
De que me sirve? De nada.

Mi alma y corazón siguen siendo tuyos, aunque por el momento no pueda estar presente, no estando yo tan rota.

En qué momento me rompí tanto? Quisiera ser mucho más egoísta y quedarme a tu lado.
Quisiera ser más valiente y pelear junto a ti.

Pero ya no creo, me cuesta creer en mí.

Y no pienso hundirte conmigo mientras me ahogo.

No sé qué hora es, estoy tan perdida, y tengo tanta sed que desearía mejor morir más rápido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

🍀