A
veces llega a mí una inquietante certeza,
de
esas que surgen después de una tormenta
y
es que soy y me transformo en tan solo un parpadeo
pues
todo cambia cada vez que marcho de nuevo,
caer
y levantarse, dormir y despertar, decidir o esperar,
estás
conmigo o en mi contra, nada de eso importa en realidad.
Y
escucha bien la verdad que puede sonar tonta o dramática,
pero
esta vida que tengo no es realmente mía ni es para mí.
Así
es como tengo lo que quiero y no lo que necesito,
o
tal vez tenga lo que debo y no lo que anhelo,
no
hay diferencia cuando mi meta es ser guía de almas perdidas,
mártir
de injusticias, sacrificio de salvación hasta el final de mis días.
Recuerdalo
entonces, esta vida no es mía, nunca lo ha sido
esta
vida no es para mí y nunca lo fué, la verdad es que tu no eres para mí,
pero
eso no significa que no sea tuya, o al menos para ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
🍀