domingo, 28 de julio de 2019

Devoción


Quedarme a tu lado era tan bello,
Tan doloroso y hermoso, como el mismo fuego.
Amaba consumirme en tu calor una y otra vez,
que delicia éramos, magia pura en besos.

Me creía perfecta para ti:
eterna, etérea, fuerte y buena.
Cuidé tu luz con todas mis fuerzas.
Te cubrí también con la mía,
Y yo era feliz, brillando con tu sola sonrisa.

Brillaba y brillaba...
Te juro que resplandecía como nunca, en ti.
Siento que fallé,
nunca fui suficiente para sanarte,
hacerte fuerte, seguro, traerte paz.

Nunca me amaste.
Nunca me amé.
Y me apagué, me extinguí.
Me acabé.

He de dejarte ir,
Seguirás dentro de mi.
Pero he de arrancarme la piel muerta,
Milímetro a milimetro.
Porque estoy arruinada, rota.
Nada puedo ofrecerte a ti o al mundo.

He de hacerlo en soledad,
sin huir de los recuerdos.
Son tan bellos y cálidos,
no podría deshacerme de ellos.
Ojalá fuera fácil borrar todo rastro de ti.
Ni siquiera puedo, ni siquiera quiero.

Te mando luz desde mi tormento.
Te mando aire mientras me sofoco.
Te mando calor desde este invierno interior.
Fortaleza en mi debilidad.
Un profundo amor...sin límite, ni condición.

Una profunda devoción, para mitigar el dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

🍀