sábado, 28 de enero de 2012

De rebeliones y revoluciones: ¡Firmes!

Todo era suave y lleno de luz, un adorable y cálido resplandor la abrazaba, y no lastimaba ni dolía, y ahí estaba toda la gente que amaba, riendo y abrazandose entre sí. Pero de pronto una terrible neblina llegó, y todo yacía hundido en oscuro silencio, apenas el viento se escuchaba golpeteando los cristales de su cuarto y mientras ella se revolvía entre las sabanas extrañas imágenes invadían sus sueños, se sentía tan desorientada y aunque no tenía miedo, una gran desesperación le embargaba pues sabía que no podría huir, sus pies se hundían rápidamente en el suelo y algo grande se acercaba, la iba a devorar, abrió sus fauces y...

-¡¡¡EEEEEEEEY!!! ¡¡¡DESPIERTAAAA!!!! ¡¡¡¡DORMILOONAA!!!
Una pequeña criatura entro azotando una vieja sartén de latón con un cucharon mientras giraba en círculos gritando.

Dalia se despertó con los nervios alterados por lo que se levantó bruscamente olvidando que dormía en el colchón inferior de una litera y golpeándose por lo tanto la cabeza con la base metálica del colchón superior.
-... ¡Awch!... ¡SOFÍA!... ¡maldición!
-¡Exclamó la dulce princesa! - Lía, la hermana mediana, se asomó desde el colchón superior mirándolas a ambas con una sonrisa burlona, llevaba puestos sus audífonos y tenia ojeras muy remarcadas.
Dalia paso su mirada de Lía a Sofía entrecerrando un ojo y sobándose la cabeza con ambas manos. La pequeña que interrumpió su sueño le miró sonriente e inocente, después bajó la sartén y la señaló con el cucharon.
-Es que tu alarma no sirve, ¡se fue la luz!, ¿ves? - Sofía señaló la alarma electrónica de su hermana y luego se cruzó de brazos sonriendo como una verdadera sabionda. - Por eso papá te dijo que compraras uno de baterías.
-De acuerdo…gracias Sofía, pero, ¿no pudiste ser más amable para despertarme?
La niña miro a su hermana mayor extrañada.
-¡Pero si tu alarma suena igual!
-Oh…-Pensándolo detenidamente era cierto, aquella alarma que no funcionaba sin energía eléctrica era terriblemente ruidosa, sonaba justo igual a aquella sartén y el cucharon, o tal vez peor -Bueno, tal vez tengas razón pero…
Una voz masculina se escucho desde la cocina interrumpiendo a la hermana mayor.
-¡Sofía!, ¿qué te he dicho de jugar con los utensilios de cocina?
Sofía abrió los ojos alarmada y salió corriendo de la recámara con la sartén y el cucharon mientras reía estruendosamente.
-Esa niña tiene demasiada energía…-Lía miró a la puerta con una sonrisa ladeada mientras su hermana menor hacía su animada salida.
-Si… ¿Qué hora es Lía? - Con un bostezo se sentó en la cama un poco más despabilada, estirando sus brazos y bajando sus pies desnudos al frío suelo.
-Falta un cuarto de hora para las cuatro de la mañana – Contesto Lía consultando su reloj de muñeca, un modelo digital bastante sencillo que había comprado en un tianguis precisamente debido a los múltiples apagones que sucedían desde los primeros bombardeos.
-Ay…es demasiado temprano, ¿Qué hace ella despierta a esta hora?, y también papá…y tu…
Lía la miró arqueando una ceja.
-Realmente tienes el sueño pesado hermana.
-¿Qué quieres decir?
-Guerrilleros, toda la noche se lanzaron granadas y pelearon con los militares. Dicen en la radio que se llevaron a Federico…
-Oh… ¿otra vez?...realmente no escuche nada…
Lía se encogió de hombros y asintió.
-Pero nada evitará que mañana entremos a la escuela, ¿eh?...-Resopló al tiempo que se quitaba los audífonos y comenzaba a enrollarlos cuidadosamente.
-A menos que la destruyan en un bombardeo...-Dijo Dalia mientras buscaba distraídamente sus pantuflas.
Lía cruzó los dedos y guiñó un ojo burlescamente.
-Solo esperemos no estar en ella cuando pase.
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No estoy muy segura de donde salió este escrito, pero si puedo decir que antes de empezar a escribirlo estaba muy acongojada y preocupada por el asunto del narcotráfico y la guerra de Calderón en México, me preguntaba que futuro vendría, si las cosas mejorarían o empeorarían, y se me ocurrió una posible guerra civil tal vez o que las cosas empeorarían de un momento a otro.
También fue influenciado por la noticia de aquella balacera que sucedió cerca de una escuela al sur de la república, no recuerdo muchos detalles pues ya hace un par de años que sucedió, pero estos problemas ocupaban gran parte de mi mente y supongo que fue una forma de expresar mis sentimientos y pensamientos, tal vez esta sea la introducción de una historia, por ahora no me he animado a continuarla, pero espero les guste :)

martes, 24 de enero de 2012

Las puertas


Años atrás, mientras vivía en Campeche, me encontre con que, sin importar el tiempo que llevará residiendo en aquel tradicional estado, nunca me acostumbraria al calor, y cada año parece empeorar. Fue en una de mis incursiones buscando la escuela de música que me encontré con este maravilloso lugar, se trata de un café cultural llamado "Las Puertas". Y no se si fue por las circunstancias extenuantes con las que lo encontre, pero me lleve una excelente impresión del lugar, por lo que el escrito dedicado a esta primera experiencia es totalmente sincera de acuerdo a lo que sentí aquella vez, en aquel momento.
Si algún dia visitan mi querido estado, dense una vuelta, no se arrepentirán :)
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Insoportable calor bajo un aplastante sol, no logro toparme con alguna piadosa y fresca brisa, parece que estoy perdida en un inmenso y mortal desierto; deseo fervientemente encontrar alguna fuente refrescante de frío y a la vez acogedora calidez, y que mis palabras no te confundan, busco algo parecido a mi verdadero hogar…
Y en fin…camino, y camino con solitario y cansado ritmo, no hallo en las cercanías la posibilidad de descanso a mis fatigadas mente y alma, y poco a poco parece abandonarme la huidiza esperanza; de pronto diviso una puerta que a simple viste luce simple, vieja y descolorida, pero, por algún motivo parece brillar de entre las demás, y es cuando me percato: arriba un letrero casi igual de viejo, se anuncia con peculiar caligrafía el nombre de tan singular recinto “Las Puertas”.
Se encuentra abierta, y a pesar de lo poco alentadora que luce a simple vista, la curiosidad se vuelve mi único escape al infernal y húmedo calor que asciende cruel desde el asfalto…
Camino lento y aún así levanto polvo a mi paso hasta que por fin alcanzo mi destino…
¡Que me parta un rayo!, ¿Qué es esto?, ¿de dónde ha salido?, ¿es real?, es como entrar al país de las maravillas, si, y ese pequeño umbral ha sido como cruzar la madriguera del conejo, transportándome de una dimensión a otra.
A mis oídos llega una melodía de voces muy entonadas y suaves, potentes y embriagadoras, aumentando con ellas el ambiente místico que se respira al entrar. A causa de esta delicia sonora y el aire fresco que comienza a envolverme, un tenue escalofrío de placer recorre mi columna, erizando los diminutos vellos en la piel de mi nuca y brazos. Y a partir de este momento, no hay marcha atrás (como si lo quisiera).
Parece un local viejo, de una decoración alucinante: pinturas y frescos, todos llenos de gente expresando diferentes sentimientos que contrastan unos con otros de manera algo desconcertante, y cada fresco, con su respectivo sentimiento, se halla separado uno de otro por una pequeña puerta y un espejo colgado, que lucen cuales obras de arte que piden con ahínco contar sus historias: y es aquella bella armonía precisamente lo que siento que aligera mi cansancio, me hipnotiza y me hace olvidar lo demás, si, me olvido del calor que se queda a mis espaldas ondeando furioso su etérea presencia del otro lado del umbral mágico.
Una mano fresca pero segura toca mi hombro, y me dirige con lentitud a una mesa, una simpática mesa de madera con dibujos y formas célticas típicas: volutas enredadas, curvas y más importante aún, infinitas, la silla, del mismo material parece dura a la vista pero encuentro con grata sorpresa lo suave y cómoda que es.
Me acercan una clase de pergamino protegido en plásticos lisos, no estoy segura que le digo a aquel gentil caballero que me habla, pero se retira con una gran sonrisa, llevándose consigo, el curioso pergamino.
Yo sigo embelesada observando el decorado: en un extremo hay un altar, con muchas figuras religiosas, de distintas doctrinas y creencias, un buda saluda a una virgen, que a su vez acerca una mano amistosa a una bella mujer desnuda y de pie sobre una concha, esta es resguardada por un esqueleto cubierto con un manto negro quien baja amablemente su guadaña con mucho respeto ante un hombre de largas barbas y mirada piadosa, todos se hallan a la misma altura como iguales, compartiendo alegría y paz; y lo más bello de este curioso altar, es la única figura que se halla por encima de todas: la figura de un hombre y una mujer, tomando sus manos, desnudos y sonrientes, inocentes y en armonía…¡qué golpe!...te da mucho que pensar ¿no?.
Debajo de este simbólico altar, un letrero con caligrafía bien redonda y clara pone: “Léenos” y ahí mismo, unos centímetros abajo, una vasta y tentadora colección de libros se exhibe sin decoro, esperando ser vista y consultada por algún visitante.
Luego, levanto la mirada, el cuadro que se ubica por encima de mí, es una escena extraña de tres mujeres indígenas, caminando entre gigantes cestos de flores y frutas, un cuadro de colores sobrios, con una peculiaridad que me hace sonreír: en sus espaldas llevan magníficas y coloridas, casi chillonas alas de mariposa, dos se encuentran de espaldas y una hincada observando el piso y tomando una sencilla pero bella flor entre sus manos.
En otro cuadro se ve un cuerpo humano, sosteniendo frente a su pecho y entre sus manos, su propia cabeza; y en vez de la cabeza sobre el cuello, una exótica fruta rosada y brillante permanece bien puesta, como si aquel fuese su lugar.
En otro muro hay un extraño trébol de cuatro hojas, lo observo detenidamente desde mi lugar, mientras una bebida extraña aparece frente a mí, me percato de ella; la examino, la huelo y la pruebo; de inmediato, siento mi cuerpo revivir, aunque mi mente y alma se hallaban ya bien despiertas: desde el momento en que entre. Lentamente bebo aquel extraño elixir mientras observo detenidamente cada cuadro que me transportan a diferentes historias.
Pronto me pierdo, entre un delicioso, frío y dulce sabor, una ligera y potente melodía, un espectáculo visual con explosiones coloridas de conceptos nuevos y viejos, combinados y casi palpables, también me inunda un agradable y refrescante olor a café.
Aquí la mente vuela y brilla, aquí lo etéreo se transforma, y puedo saborearlo...
Entonces entiendo...


Estoy en casa.

miércoles, 18 de enero de 2012

Perspectivas Mágicas.


Supongo que sí, es cuestión de perspectivas.
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El color negro es fría oscuridad
El color negro es la ausencia de luz.
El color negro es muerte y soledad.
...
Pero el color negro es el color mas completo.
El más sólido, el más fuerte y diverso.
Pues el color negro es la presencia de todos los colores...
En uno.

martes, 10 de enero de 2012

Paradoja Normal


La sonrisa maligna.
La lagrima ente risas.
La herida que no mata.

Paradojas deliciosamente vivas,
De un mundo fatídico, que se dice, respira.
Entre otros, son desechos diarios del hombre,
Tóxicos, pero esenciales en la vida.

¿Por qué llegaran a ser tan necesarios?
Tóxicos...pero inevitables.
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Intento recrear imágenes muy claras.
Puede ser algo difícil si lo pienso demasiado, pero se torna sumamente sencillo cuando pienso en la vida pasando, con tanta normalidad.
Si, esto amigos, es la vida, y es tan normal...

jueves, 5 de enero de 2012

O t o ñ o


Las nubes blancas y difuminadas en tonos grises pasaban rápidamente por el cielo como desfilando alegremente sin detenerse ni un momento, y apenas se fundían con el matíz azul del firmamento; la luz despedida por los tímidos rayos de sol se filtraban a través de los frondosos árboles abrazabando aquellas silenciosas calles. El viento comenzaba a soplar, agitando las ramas y los cabellos de la distraída joven, trenzándolos y cubriendo por momentos sus tranquilos y soñadores ojos; aquel viento le parecía tan agradable, como si llevara consigo tenues aromas y sonidos lejanos bastante familiares, estaba sola pero no se sentía como tal.

Unas cuantas hojas secas, volaron formando delicados círculos en el aire danzando unos segundos frente a ella para luego alejarse, causando en ella un efecto hipnotizante y creando al instante una extraña atmosfera, llena de profundas sensaciones que olían a tierra, a humedad y a melancolía; su vista comenzaba a nublarse y de pronto se sentía somnolienta.
Una repentina y melodiosa risa le hizo regresar en sí, detuvo su paso un momento y miró hacia su costado derecho: ahí en la escarpa, una pequeña niña, corría tan solo acompañada de su inocente risa, y extendía los brazos hacia los costados contra el viento; al acercarse a ella se detuvo en seco tambaleándose ligeramente, pero sin dejar de sonreír dirigió la mirada lentamente hacia Erica.
-¡Así es, como los pájaros sienten al volar! ¡Contra el viento, siempre contra el viento!...-La pequeña sostuvo varios segundos su brillante y profunda mirada directo a los ojos de la chica.
-¿Eh…?Erica estaba algo confundida; no sabía quién era, y sin embargo, entendía perfectamente lo que le decía y porque lo decía; un escalofrió le recorrió la columna al conectar su mirada con la de la pequeña, quien ahora volteaba hacia el frente comenzando a correr nuevamente, detrás de varias hojas secas que volaban, con intención de atraparlas.
-¡No me perderé nunca! La pequeña gritaba al viento sin detenerse y pronto se desvaneció por completo entre un remolino de hojas secas que se levantaron violentamente cual tormenta, girando en el viento por un par de segundos para después caer lenta y tranquilamente, simulando así una nevada dorada; y no había nieve, pero el frío era el mismo por dentro y los ecos del pasado rebotaban en su interior estremeciendo todo su ser.


Perdió la noción del tiempo y del lugar, pensamientos morían y otros se preparaban para nacer, en lo más recóndito de su alma, o al menos así es como sentía, nadie podría entender mejor que ella misma, y no estaba segura de lo que pasaría ahora pero nunca lo había estado en realidad.
En aquel instante sólo una cosa podía asegurar: el otoño había iniciado.

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Es extraño como situaciones, lugares, pensamientos, sensaciones de menos de 3 minutos te pueden hacer tomar una desición, a veces lo que te rodea te envia señales, mensajes acerca de lo que estas por cambiar, descubrir o experimentar.
Este escrito esta basado en una experiencia personal que tuve, cuando me dirigia a la casa de una maestra que impartía cierta corriente religiosa/filosófica, para ella y para sus alumnos era un estilo de vida, un amigo me había influenciado para que asistiera, para conocer a la mujer, y aunque nunca lo dije, tenía miedo de que me manipulara, que desmoronara mis convicciones o la forma que tenía de ver el mundo. Siempre me aferré a mi inocencia, siempre me considere una niña y nunca quise que eso cambiara.
Total, antes de llegar con ella, experimenté un trance extraño en el que me asegure a mi misma que nadie influiría sobre mi pensamiento y mi forma de ver al mundo sin mi consentimiento o deseo.