jueves, 30 de marzo de 2017

Y a volar


El problema de volar es que implica dejar algo atrás, o bien saber que hay que aterrizar en algún momento. El problema de volar es que te da el momento ideal para soñar o bien para llorar, especialmente los vuelos nocturnos que resultan tan lúgubres, la oscuridad te envuelve junto con el frío que intensifica a mayor altura.
Hay que volar entonces en alturas moderadas, no tan bajo como para que los pies de concreto o barro empedernidos puedan asirte y bajarte a su antojo, no tan alto como para olvidar la calidez de la tierra o bien perder de vista tus raíces. Vuela a tu propia velocidad, no es una carrera, el mundo igual seguira rotando y vas a llegar a tu destino.
No pierdas de vista a quienes amas y te aman, es posible que vuelen contigo o sin ti, tampoco olvides a quien va caminando, habrá quien lo disfrute, quien lo odie, quien lo quiera y quien lo necesite, no significa que este mal, es una elección francamente personal, y te aseguro que ambas requieren decisiones, esfuerzos o sacrificios, no te sientas superior por estar en las alturas, no menosprecies a quien decide volar. 

Ahora, tú que estas arriba, disfruta el paisaje, el viento, el momento, no tengas miedo, todo pasa, y esto también pasará.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

🍀