viernes, 4 de octubre de 2019

Sellada

Rota.
Rota y silenciosa, vacía y fría como tumba.
Siguiendo la luz me perdí en la sombra.
Callada estoy, callada seguiré, con labios y corazón sellados.
Puedo sentir el rojo, estirándose, enredándose cada vez más, tensando doloroso en cada arteria hasta la médula.

Dura, distante, lejana, roca muerta y helada, sin luz propia.
Errante y fugaz atravesando mi ojo izquierdo,
Me quedo en el fondo del inmenso oceano, oscuro, solitario, silencioso.

Ciega.
Ciega y perdida, sola y pequeña cuál ave ahogada en un amor pintado, pintado en azul, violeta, dorado.
Estrellada, asfixiada, aplastada.
Antes de morir, recuerdo el primer momento: su luz, su mirada profunda, cálida cercanía, un beso robado,y la breve visión del terrible final.

Y aún así.

Si volviera a nacer, lo volveria a hacer.

Una, otra, y otra vez...

Hay mujeres

El mundo está lleno de mujeres,
Mujeres perdidas, resignadas, frustradas,
Azules y violetas con el corazón de flores,
Vestidas de primavera, con sonrisas de verano,
El dorado otoño en los ojos y el invierno bien adentro del alma.
Féminas de sangre caliente, con coraza de cristal y finas agujas heladas protegiendo su delicado centro de melancolía, cantando canciones que pocos han de escuchar y aún menos entender.

Aun agazapadas de dolor no perdemos fervor, capaces de hacer miel aún ahogadas en hiel,
curar dolores y tristezas con besos, caricias y regalar las más cálidas sonrisas con los ojos rotos.
Hacer un jardín de sueños y tejer vida en el vientre.
Tambien proteger, amar y crecer cualquier alma que se nos cruce, sea padre, hermano, amante, amigo.

Nos vestimos con la luna absorbiendo en el día la luz del sol, para iluminar así tus noches cálidas, tus noches frías, tus noches sin estrellas, tus noches infinitas.

Le ponemos dudas a las respuestas porque sabemos el futuro, y a veces no sabemos, a veces solo le sentimos venir, acechando entre matorrales, con las fauces llenas de miedo, con el llanto entre las garras, con la certeza de dolor.

Y aún así  buscamos algo extraordinario, tanto como lo que siempre, sin pensar damos. Ya que sabemos y sentimos que realmente existe.

Algunas caen desde la luna, tan profundo hasta el mismo infierno, y de ahí más no regresan, a veces por años, a veces hasta el último aliento.

Habemos mujeres congeladas en glaciares temporales, hundidas en el fondo del oceano más oscuro.
Habemos  mujeres que de volar por el sol hemos quemado las alas acariciadas por el fuego.

Y amamos con cada llaga, cada herida que convertimos en estrellas y constelaciones.
Morimos y vivimos, volvemos a perecer y renacemos entre cenizas y escombro.

Y volamos bajo con alas rotas, pero el sol no recogerá lo quemado, no es su naturaleza elevar, salvar, resguardar o curar, no ama, sólo brilla, y cómo brilla!, como quema, como se oculta y pinta de dorados antes de irse y desaparecer.

Hermoso y cálido, pero no ama.
Ella cambia, ella entrega, ella transmuta y ama;
Él, sobrevive, no arriesga, no cambia, no ama,
No ama...
No...

Esos hombres de sol, se te meten en los ojos y no ves más nada, y lloras y lloras, y no vuelven mas ni ellos ni tus ojos.

Ella llora y el se aleja sin importarle nada.
Y ella llora rota, sola, ciega y no puede, se ahoga.
Y al llorar un lobo le atraviesa el pecho caliente, masticando su corazón de canción, que nadie más ha de volver a escuchar, la mastica cada mañana, cada noche helada.

Hay mujeres perdidas, resignadas, ahogadas, destruidas...


martes, 1 de octubre de 2019

Esperanza

Hoy me dormire envuelta en tu aroma,
Hace tanto que no lo disfrutaba, me sentí con valor para hacerlo de nuevo.
Y es que amanecí con una esperanza tímida en el corazón, y quise alimentarla con tu perfume.

El miedo la quiere atenazar, pero la estoy protegiendo con mucho recelo.
Tu recuerdo me acompañó todo el día, tanto lo bueno como lo malo, y ahora entiendo mejor, tantas cosas que quisiera decirte.

No había sentido esta determinación en muchos meses, y el miedo sigue ahí pero ya no puede lastimarme más.

Aún no estoy bien, pero me estoy esforzando.

Todo estará bien.

Te amo; profundamente.

Luna.

domingo, 29 de septiembre de 2019

Saturno en VIII

Soy una malva marchita, un mirlo mudo y un arroyo seco.
Y lo entiendo, no puedes amarme siendo solo la sombra de lo que era.
Así que he de arrancarme pétalos uno a uno, porque entendí que no tienes colores o vida para darme, debo renovarme por mi cuenta.
Estoy aprendiendo a recordar la sensación de un trino, la vibración de mi voz. No puedes aliviar el nudo de mi garganta.
He de encontrar la forma de fluir, abriéndome paso entre el lodo y las rocas, por mi propio esfuerzo ya que no puedes encontrarme y liberarme de mi prisión.

Y si no puede quien amo, nadie lo hará.

Sigo terca buscando algo extraordinario, sublime y mágico.
Algo que me impulse a salir del fondo de este pozo oscuro y frío al que saltaste para sacarme sin éxito.
Pero sigo buscando dentro de ti, dentro de los demás, ya que no encuentro nada valioso en mi.
Y sigo topandome con muros y decepciones: lo que busco no existe, lo que anhelo es un mito, la fé se me fué.
Sembré amor y todo cuanto creció lo dí sin dejarme nada a mí hasta finalmente marchitar todo.

Y me parte pensar...a quien si no a ti? No puedo ni quiero, pero cómo si ya no hay tú?

No me encuentro a mi todavía, y ya me dejaste ir. Tampoco creo, no crezco, ni huelo, tan triste como flor seca, así que te regalo mis jirones y cenizas a manera de recuerdos, quémalos, tíralos. Igual no me sirven.

No sé en qué momento pasó todo esto.
Mi descuido, mi vanidad, mi egocentrismo destruyeron todo.
Y no puedo verte, porque solo verte le borra sentido a todo esto y nada importa, porque mi corazón se encoje y luego baila con solo encontrar tus ojos, la furia se disipa y la tristeza se drena lento.

Seguiré entonces arando mi tierra a oscuras, tal vez algún día algo vuelva a crecer, y no dudaría volver a ofrecer las flores y frutos a la misma estrella.
Me retiro a trabajar sola si no hay más que decir o por qué luchar, y me llevo la luna que no brilla sin astro rey.

Porque tú, tu mi amado, te llevas al sol mismo.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

De noche

Eres la noche, llena de mil estrellas, mi cuerpo quebrado en astros.
El cielo nocturno que me envuelve y sostiene en el infinito.
Y tú eres mi recoveco, mi hogar, el calor de hoguera en tan helado invierno.

Un aullido desde el claro me despierta, pero no es violento, es tan suave, profundo, triste y no es abrupto, es más bien un lento crescendo que me arrulla como abrazos y caricias. Llenando mi noche oscura, cantando a mi alma un dulce y amoroso anhelo.

Pero no eres la noche, eres el día, el mismo sol disfrazado de madrugada, tratando de no aluzar mi rostro para no ahuyentar mis estrellas.
Atrasando la aurora, disfrazando la mañana, para mantenerme a tu lado.
Y si me encuentras de madrugada, donde no es tu reino ni el mío por completo.
He de quedarme congelada en el contrapunto del alba.

Te dejo la brisa de la mañana, el rocío nocturno, has de llevártelo con tus primeros rayos, son tuyos. Y son frescos recuerdos, saludos, besos, dedicados a ti.
Presta atención a la melodía de las aves, aquellas que cantan poco del amanecer, llevandote el verdadero mensaje de la noche:
Aunque no esté contigo. Te extraño, te pienso, te siento, te amo.

lunes, 23 de septiembre de 2019

II.

Ira.

Como loca le busqué.
Caminando por media ciudad, con lágrimas en los ojos y el corazón palpitante en la garganta, envuelto en una furia dolorosa.
Me alegra tanto no haberle encontrado.
Me alegra tanto no haberle visto a la cara para gritarle todo lo que mi corazón quería.

Niño cobarde, te detesto.
Empezando por ahí y terminando en cuanto me ha lastimado de principio a fin, lo decepcionada que me siento y peor aún, lo poca cosa que me veo a misma.
Que por su culpa siento que no valgo ni tiempo, ni lucha.
Que su amor fue de hecho pura posesión y ego, por eso fue tan fácil descuidarlo.
Que me doy cuenta que esperaba de él mucho más, a cambio de dos años llenos de amor, paciencia, confianza, cariño, ternura, calidez.
Supongo, que nada de eso ha valido más que tres meses de distancia y obstáculos.
Y a eso se resumió todo.
Y a eso me reduje.

Siempre supe, que no valía tanto para él, y aún así duele cual infierno.

Afortunadamente la caminata me dejó exhausta y me hizo ver lo ridícula que estaba siendo.
Afortunadamente no le encontré.
Afortunadamente no le miré a los ojos para deshacerme otra vez.


No lo soporto.

Y al final solo soy una niña herida, perdida, egoísta, y abandonada hasta por si misma.

No hay, ni hubo nada más.

Que mediocre que soy.

domingo, 22 de septiembre de 2019

I.


Hoy es el primer día sin ti.
Me retuerzo de dolor y de tristeza, y yo misma lo provoqué.
Anoche me fui a dormir, y me sorprendió haber podido dormir tan rápido.
Pero amarga sorpresa: me la pasé llorando toda la noche en sueños, todos y cada uno de mis sueños fueron yo en llanto, estoy segura que sollozaba un y otra vez con mi cuerpo físico.
Estoy muerta de miedo y nuevamente me siento enferma y rota por completo, no quiero nada, ni a nadie más, pero de verdad necesito esto.
Acomode cosas, tire cosas que no me servían para hacer espacio a nuestros recuerdos, todos, los guardé en un lugar seguro, lejos del polvo y la humedad, y volví a llorar mucho, nuevamente se reinicia la cuenta, pero esta vez...parece definitiva, no?.
No entiendo porqué me la paso buscando un amor sublime e incondicional. No sé porque me aferro a semejante cuento, que muy probablemente no exista por ningún lado.
Y siento mucho haberte orillado a esto.
Pero tal vez sea lo mejor, felicito tu fuerza de voluntad y decision.
He de confesar que eso siempre me abrumó, sabía que al final del día, yo no valdría ningún sacrificio. Sin importar cuántos hubiera hecho yo.
Tal vez ese amor si exista, y por el momento no lo merezco.
Tal vez no exista, y el día que deje de esperar un amor cómo ese, será el día que pueda volver a enamorarme.
Tal vez necesito primero pasar esta metamorfosis, para ser capaz de amar, con un nuevo tipo de amor, más fuerte, más profundo pero también más sabio.
Porque he de confesar. Que aunque ya te había dicho que empecé contigo con mucho miedo, y en la relación siempre hubo mucho miedo, empecé también sin expectativas ni dudas. Solo profundamente enamorada.
Las expectativas vinieron después...desearía que nunca hubieran llegado.
Estoy muy cansada y ahora temo dormir, ya ni mis sueños se sienten como un lugar seguro, el alma misma está llorando.
De verdad lo siento. Lo siento por ambos.
Y gracias, gracias, gracias...por todo.

sábado, 7 de septiembre de 2019

Penumbra

No tienes idea de cuánto te extraño.

Sigo amandote profundamente, siento que podría estar cometiendo un gran error...y mi pecho quiere estallar de dolor.

La noche me abraza por dentro, pero trato de llevar el día por fuera, la luz del sol en el rostro  en medida de lo posible, pues nadie quiere verme triste demasiado tiempo, nadie lo soporta, la expectativa sobre mí es estar feliz, positiva y fuerte, dar vuelta a la página.

Pero no sé cómo hacerlo por mucho tiempo, necesito huir, salir de aquí, pero no tengo a donde ir.
No hay alivio, santuario, no hay silencio ni nadie que me abrace y me permita llorar el tiempo que quiera, sin soltarme.

No importan los deseos de soledad, no importa que no crea más en nosotros, de verdad te extraño y he de seguir rompiéndome cada día para no ceder, para no salir corriendo a tu encuentro, menos ahora, que me he quedado sin fé y seria peso muerto.
Menos ahora que no veo claro el futuro, que me siento tan triste y miserable.

Ayúdame, no encuentro mi hogar, no siento calidez, ni ganas de estar conmigo misma, logro encender la luz a ratos, pero titila débilmente y se apaga de inmediato mientras me estoy hundiendo en lo más helado y cada vez más profundo... temo no poder volver a salir.

Pensé que había ya tocado fondo, pero sigo cayendo, no puedo ni quiero arrancarte de mi.
Eres parte de mi alma, tu la completas y siempre estarás ahí, quitarte sería como vaciar mi cuerpo de sangre.
De que me sirve? De nada.

Mi alma y corazón siguen siendo tuyos, aunque por el momento no pueda estar presente, no estando yo tan rota.

En qué momento me rompí tanto? Quisiera ser mucho más egoísta y quedarme a tu lado.
Quisiera ser más valiente y pelear junto a ti.

Pero ya no creo, me cuesta creer en mí.

Y no pienso hundirte conmigo mientras me ahogo.

No sé qué hora es, estoy tan perdida, y tengo tanta sed que desearía mejor morir más rápido.


domingo, 28 de julio de 2019

Devoción


Quedarme a tu lado era tan bello,
Tan doloroso y hermoso, como el mismo fuego.
Amaba consumirme en tu calor una y otra vez,
que delicia éramos, magia pura en besos.

Me creía perfecta para ti:
eterna, etérea, fuerte y buena.
Cuidé tu luz con todas mis fuerzas.
Te cubrí también con la mía,
Y yo era feliz, brillando con tu sola sonrisa.

Brillaba y brillaba...
Te juro que resplandecía como nunca, en ti.
Siento que fallé,
nunca fui suficiente para sanarte,
hacerte fuerte, seguro, traerte paz.

Nunca me amaste.
Nunca me amé.
Y me apagué, me extinguí.
Me acabé.

He de dejarte ir,
Seguirás dentro de mi.
Pero he de arrancarme la piel muerta,
Milímetro a milimetro.
Porque estoy arruinada, rota.
Nada puedo ofrecerte a ti o al mundo.

He de hacerlo en soledad,
sin huir de los recuerdos.
Son tan bellos y cálidos,
no podría deshacerme de ellos.
Ojalá fuera fácil borrar todo rastro de ti.
Ni siquiera puedo, ni siquiera quiero.

Te mando luz desde mi tormento.
Te mando aire mientras me sofoco.
Te mando calor desde este invierno interior.
Fortaleza en mi debilidad.
Un profundo amor...sin límite, ni condición.

Una profunda devoción, para mitigar el dolor.

domingo, 14 de julio de 2019

Noche oscura del alma

Bajo esta luna vago y me encuentro perdida,
Desnuda, sola y sintiéndolo todo.
En esta noche oscura me hundo profundo,
Me ahogo lento entre aguas negras y heladas.
No hay cielo estrellado, no hay horizonte,
y la luna se esconde por lapsos más largos.

En la noche oscura del alma siento el corazón atorado en la garganta, así la mente palpita fuerte y doloroso, queriendo salir por los ojos y muriendo en la lengua transformada en nada.
Los pulmones son bloques helados, pesados y llenos de agua, no sirven.

Y a medida que me hundo en la penumbra voy olvidando la calidez del sol, voy perdiendo el norte, no sé si me hundo o si floto en el gélido abrazo del vacío que rasga mi alma y perfora mi mente, todo duele y nada tiene ya sentido.

Después de tanta agonía, puedo ver que se acerca el final, la angustia se va, el miedo me abandona y dejo de luchar. Se que es tarde ya y me vacío por completo, quedando solo en compañía de la dulce melancolía de los últimos momentos, resignación y luego una absoluta desesperanza calmada.

Mi piel se resquebraja y mi rostro se hiela,
Hecha un ovillo me voy desarmando lentamente,
Desde los ojos, la lengua, la garganta, pasando por el corazón hasta los pies que solían pisar firme.

Hace mucho las alas no me sirven,
Llenas de plumas grandes, sucias y pesadas,
No tengo la fuerza para ellas, y una parece estar rota.
He dejado pedazos de mi en otros lugares,
y ahora apenas me reconozco

He muerto lento y no creo volver a encontrarme.
Ya nada está bien, no soy la misma,
Y nada nunca más será igual.
Ya no puedo regresar, mi piel no queda igual.
Este es el punto de no retorno.

Aunque sé que si cierro los ojos, al abrirlos nuevamente, no sé cuándo, ni cómo… 
... seguramente habrá amanecer.

martes, 21 de mayo de 2019

Huracán.

Te encuentro en cada momento y no importa a donde mire, me estrello en tu sonrisa infantil y tú mirada transparente.
Cierro los ojos para no ver, pero tú estúpida voz me enerva, y al tapar mis orejas tu odiosa fragancia me envuelve. Necesito no existir para no notarte, para no sentir.

Soy presa y juego a no dar fé de esas garras acercándose a mí. De pronto soy esa niña que cree, que si finge no notar el monstruo bajo la cama este seguramente se aburrirá y la dejara en paz.
Y me voy a dormir tardando más de lo usual en alcanzar a Morfeo, porque mi alma inquieta no deja de vibrar, mi mente revoluciona el porqué de tus gestos o palabras, el cómo de tu mordaz humor y sagaces comentarios.

Tu lengua a distancia me confunde y me asusta, me cuestiona y me pone furiosa conmigo misma. Me hace dudar del suelo que piso, de la mano que sostengo, del cielo, de mis deseos, mis decisiones y perspectivas.

Y tengo pesadillas, donde estás tú y donde tus manos al fin me alcanzan y no son calidas o pesadas, son de aire fresco y ligero, agitando y creciendo mi fuego, liberando y transformando mis flamas a tu capricho.

Y es una pesadilla pero no dejas de sonreír con tú sonrisa infantil, no das tregua con tu estúpida voz y encima sin siquiera tocarnos me dejas impregnada de un olor que desearía olvidar para siempre.

Por la mañana me duele el cuerpo y me siento exhausta, y culpable busco el sol con desesperación, pero está tan lejos, y a veces se esconde, a veces quema, me obliga a bajar mi propio fuego interior y a esconderme. 
A veces me fundo en el y me olvidó por completo de mi misma, dejo de sentir y soy tan feliz, como con los efectos de una droga, que también mañana pasarán.

Detesto que me leas tan bien como a tu libro favorito, con tal ofensiva facilidad y exponiendome a la noche, destruyendo mi coraza con solo tu viento fresco del norte.
Odio que entiendas antes de dejarme hablar y que te mofes de mi intenciones antes de hacer el mínimo ademán.

Y ahora me encuentro queriendo encontrarte y aferrándome a lo que puedo para no buscar tu figura, para no sonreirte como chiquilla, para no exponerte a mi mirada más dulce, para no acariciarte con el terso sonido de mi voz, y espero jamás tener un aroma que se grabe en ti.

Ojalá te aburras y te vayas, ojalá no me encuentres, ojalá sea fuerte, más inteligente y me vaya yo.
Ojalá pueda encontrarme a mí misma pronto, antes de que termines de hacer tu nido en mi, antes de que sea tarde y te sigas esparciendo como enfermedad, y entonces deba arrancarte cual doloroso tumor.

Pero te encuentro y me encuentras.
Y ya no eres viento, te vas convirtiendo en huracán, y te acercas más rápido de lo que puedo retroceder, y es que la mitad que quiere correr tiene que cargar con la mitad que se arrastra hacia el ojo de la tormenta.

Encontré un jodido huracán.
Y tengo ganas de ahogarme en él.
********

Entendí, el porqué los huracanes tienen nombres de personas.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Todo

Se siente como rayo de sol,
en un amanecer fresco y suave.

Es una tormenta de verano,
que revuelve, resuena y empapa mi ser.

De los profundidades salió,
disfrazado de misterio, con sabor a recuerdo.

Una mirada profunda bastó,
para entenderlo todo y aún así perderme.

Cómo en un sueño lúcido,
su esencia se apresuró a envolverme.

Aún me intriga, aún me asusta,
aún me arrebata el aliento y me paraliza.

Me atrapa sin piedad, no hay vía de escape,
No tiene paciencia y no sabe esperar.

Me desangra y desarma a su gusto,
Y yo le dejo, yo le doy lo que busca.

No lo evito, porque no puedo, porque no quiero,
Porque me cura y me vuelve a armar,

Porque reparte besos, luminosas sonrisas,
las más ardientes caricias, explosivos orgasmos,

Porque su lucha no es conmigo:
es contra sí mismo,

Y a su estela me rindo,
Por su calor que lo inunda todo,

Con melodías que rasgan mis noches,
Abriendo venas desbordantes de estrellas.

Es mi sol y con su luz transforma todo,
Sabe además ser viento para avivar mi fuego,

Porque tiene las medidas exactas,
sabe cómo abarcar y poseer mi ser entero.

Soy su libro abierto, su más grande maestro,
su dedicada alumna, su indeseado espejo,

Su más grande admiradora,
su fiel y eterna enamorada…

En fin, soy suya, y él, mi todo.

viernes, 26 de abril de 2019

Ciclotimia de Abril

Siento de nuevo que no encajo.
Sé que debo estar aquí, pero no quiero y es posible que sea lo opuesto.
Me siento realmente sola y melancólica, hablo cosas que a nadie a mi alrededor parecen importar o entender...incluso parezco incomodar, nadie quiere pensar mucho al respecto, mucho menos hablar del tema.

Y encuentro navegantes como yo, solos y apartados de todo, refugiándose a ratos en momentos fugaces, conversaciones banales, placeres mundanos, todo con tal de sentir encajar un ratito, todo con tal de no estar siempre solos.
No me siento única, me siento rara:
“¿No entiendo qué haces trabajando aquí?”
“¿No entiendo por qué vives aquí?”
“¿Por qué estás con ellos?”
"¿Por qué permites esto?”
“¿Por qué estás con él?”
“¿Por qué te aferras?”
No puedo responder, yo misma no entiendo que hago viva.

No lo sé, decidí aterrizar para disfrutar una vez más la calidez de la tierra bajo mis pies, seguir la luz del sol, dormir un rato entre las olas.
No sé cuánto tiempo más podré estar aquí y me da miedo pensar en ello o tomar decisión alguna.
Ojalá me llevará el sueño eterno, me ahorraría el pensar, me ahorraría decidir.
Pero me aferro enamorada a un calor que no es mío y que quema mis alas poco a poco, consumiendo por dentro y por fuera cada resquicio de esperanza y libertad.

Y así lo he querido, así lo he permitido, deslumbrada sin remedio.
Prisionera de un amor que me vuelve masoquista y un poco sádica.
Esclava no solo del placer, sino de un amor como no había sentido, que aterra, lastima y fascina.
Una emoción tan fuerte, una devoción tan profunda que ayuda a ignorar el dolor.
Sé que esto es algo especial, irrepetible e invaluable.

Y aún así, cómo desde el día que nací y pese a todo el amor que soy que me rodea, no me siento encajar del todo en este mundo tan polarizado y egoísta a morir.
Donde es más importante tener que ser.
Somos una unidad cada vez más dividida, no volveremos a ser uno, y eso me tiene devastada.
Somos seres llenos de vida, llevando estandartes de muerte donde quiera que pisamos.
Bajo esa lente un individuo suicida no parece tan descabellado.
Al final estamos acabando con todo, en un proceso aún más lento y agónico, peor aún, por motivos de lo más estúpidos.
Suicidio lento, sinsentido y masivo.
Y la esperanza se esfuma, las acciones se vuelven tan fútiles.
Y no sé si quiero permanecer hasta el final del show.
No sé si quiero estar aquí.
No sé si deba estarlo.
No encajo.
No sé.
No.
.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Supernova

Y me encuentro sumergida en la oscuridad, en silencio y en paz; sin deberle nada a nadie.
Mis únicas deudas son de gratitud: al planeta, al universo y sobre todo conmigo.
En las profundidades de la noche uno mismo se encuentra desorientado; si por un momento te relajas lo suficiente y olvidas donde estás, dejas de notar donde es arriba, donde es abajo, derecha e izquierda, todo eso deja de importar.
Y uno se pregunta, si el miedo a la oscuridad no será algo mas que un rasgo atávico o si el excesivo pudor y censura en torno al sexo no es algo mas que modesta virtud. 
Ambas cosas, en un momento fugaz nos pueden hacer olvidar donde comenzamos, y donde terminamos con la oscuridad o con el otro. 
Será que todo fluye a través de nosotros o acaso nos envuelve hasta fundirse.

Entonces sucede.

Por un segundo alcanzo a distinguir el horizonte, iluminado fugazmente por relámpagos lejanos que encienden el cielo nocturno, con sus nubes, el mar y árboles.
Esa luz terminó por romper el hechizo. De nuevo soy  solo yo, mirando por la ventana sin saber lo que estoy viendo, solo sintiendo.

Asombrada me doy cuenta: es la luz las que nos hace de nuevo individuos de carne, solos y finitos: supongo que así es como nace un pensamiento radical que lleva a desvaríos y fanatismo. Pero siempre me he jactado de ser equilibrada, ecuánime y neutra, aun en medio del desequilibrio, aun en medio de la locura y el caos.

La luz es vital, es hermosa. Pero la oscuridad me parece cada vez mas real e infinita. Y el infinito ha sido mi constante búsqueda desde temprana edad. Tal vez también por eso siempre he encontrado tanto amor por el mundo onírico. Donde soy libre, donde soy yo, sin obstáculos ni limites.

Los relámpagos son hermosos, al menos observados de lejos, ya que estar bajo su fuerza debe ser un infierno mortal y cardiaco. El fuego es tan bello, ardiendo mientras a fuerza consume algo para existir, y observarlo puede ser tan hipnótico, sin mencionar las bondades que nos brinda para sobrevivir. Pero estar dentro de él, podría ser el peor dolor y la peor muerte si no tienes la suerte de morir asfixiado antes.

Tal vez la verdad esté en las profundidades de la pemumbra; por eso el alma vieja lo busca y añora como a un amigo, no le teme, pero si desespera y está dispuesto a dejar de brillar para encontrarle; lo que no sabe es que esto le hace brillar con mayor intensidad: como la estrella al borde de la muerte, a punto de ser parte del infinito.
Y el miedo a la profundidad, a la oscuridad, es de un alma joven, es el miedo a regresar a sus inicios, a redescubrirse a si mismo. Quiere brillar por miedo, pensando que así alejará la oscuridad, sin comprender que esto le hace brillar menos.

Ambos deberán encontrarse, aprender y entender que no "son" sino que "somos".
Y solo en el "somos", brillamos de verdad.



miércoles, 25 de octubre de 2017

Temer y correr

Estar aterrorizada.

Comenzó como enervante emoción por algo nuevo y desconocido, una leve desconfianza, con un toque inocente de temor ante la simple sensación de no estar en control: por primera vez se hallaba desnuda, total y absolutamente vulnerable, sin armas o armadura, sin juegos tontos ni pretensiones.
No sabia como había llegado hasta ese punto, sólo pasó. Ni lo buscó, ni se lo imaginó.

Vértigo.
La sensación de estar ante una gran caída, esa maldita sensación de poder caer en cualquier momento, aunque tus manos toquen la solida barrera que te separa del abismo y te mantiene a salvo.
Un miedo tan irracional, tan estúpido como el que se había ido apoderando de ella muy lenta y silenciosamente.
Comenzó como poca cosa, pero no se había dado cuenta que se extendía como un cáncer, devorando con exasperante tranquilidad toda paz y equilibrio interior. Y a medida que el miedo carcome su ser: un frío indescriptible se va colando en mínimas dosis, pero suficiente para hacerle temblar cada vez un poco más...y más.

No sabe como evitarlo. No sabe como detenerlo, pero acabará con todo, piensa en ello y se siente tan sola, tratando de acabar desesperadamente contra esa enfermedad que solo sabe avanzar y gangrenarlo todo.
La única solución podría ser cortando la raíz, mutilando la causa, ya que nadie más parecía querer, poder o saber ayudarle...

Después de todo no era culpa de nadie mas que de ella. Solo quedaba seguir luchando tan cruenta batalla interior, y esperar seguir teniendo la suficiente fuerza para ganar.

No podía ser amor, este ni siquiera podría existir cuando el miedo y la indiferencia se mezclan con niveles de inmadurez, es suficiente para salir corriendo al abismo ella misma...

Y es que para correr, era jodidamente buena.

lunes, 14 de agosto de 2017

Madrugada

No sé qué pasa después de media noche, cuando las olas de la razón se apaciguan y aparecen remolinos de recuerdos y melancolía.
No entiendo lo que sucede de madrugada, es el contrapunto de las emociones, los corazones se ablandan y los telones resbalan.
Es a la luz de la luna, cuando todo yace en silencio y la oscuridad acecha, donde brillamos con mayor intensidad, es algo natural y mágico, pero también peligroso.

Preferimos dormir, fingir que nada pasa y escapar de tentaciones, voltear la vista y evitar el propio reflejo de la mirada en ojos ajenos.

Si Morfeo no te visita puedes intentar leer, y de ser valiente, atreverte a crear versos o dulces melodias; los desvarios lunares a menudo se convierten en brillantes inventos y obras maestras.

Si consigues compañia de madrugada no hables de ti, habla de la noche, tal vez de musica o sobre la vida, pero nunca de ti, podrias quedar tan expuesto que te sentiras desnudo, corres el riesgo de enamorarte más que nunca, o enamorar almas incautas, incluso ambas.
Por eso nos apagamos, por eso decidimos mejor dormir y así brillar solo en sueños, donde no se corren riesgos, donde nos desnudamos sin pena ni prejuicios, en verdadera libertad.

No se que tiene la noche bien entrada, que respiro como nunca y me da ansiedad, profundo temor y enorme placer, especialmente cuando es contigo, si: compartir la madrugada contigo es tan peligroso, tres veces mas aterrador, tres veces más inspirador, tres veces más liberador.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Liberame y Domíname

Libérame y domíname,
entre rayos de luna y caminos de estrellas
enlázame a tu alma, dame vuelo en un suspiro.

Enredame en tus venas, apaciguame en tu latir.
Sabes que me ahogo en tu mirada fija,
que me pierdo en mi y me encuentro en ti,

me vuelvo etérea, ligera como el aire,
ansiosa por ser parte de mi nombre en tus labios
y esperando ahi mismo dormir,

pero me llenas de vida y ebullo en tu calor,
vibro envuelta en tu melódica sonrisa,
cada nota me arrebata el aliento,
me transformo en prisionera alada,
que ha decido encadenarse a tu mirada,
y atarse a tus gentiles manos.

Me liberas, me dominas y no te da pena,
yo respiro como nunca mientras me arropo en ti
dedicandome a aprender el ritmo de tu latir.

Me elevas y sueño despierta,
me bajas y me hundo en lo mas profundo de ti.
ya no se lo que haces, pero no te detengas.

Libérame y domíname una y otra vez,
conoces la fórmula, sabes bien que hacer:
liberame en tu cariño, domíname con este anhelo.


Al Sol de mi vida, mi gran amor.

10 de Mayo 2017

jueves, 30 de marzo de 2017

Y a volar


El problema de volar es que implica dejar algo atrás, o bien saber que hay que aterrizar en algún momento. El problema de volar es que te da el momento ideal para soñar o bien para llorar, especialmente los vuelos nocturnos que resultan tan lúgubres, la oscuridad te envuelve junto con el frío que intensifica a mayor altura.
Hay que volar entonces en alturas moderadas, no tan bajo como para que los pies de concreto o barro empedernidos puedan asirte y bajarte a su antojo, no tan alto como para olvidar la calidez de la tierra o bien perder de vista tus raíces. Vuela a tu propia velocidad, no es una carrera, el mundo igual seguira rotando y vas a llegar a tu destino.
No pierdas de vista a quienes amas y te aman, es posible que vuelen contigo o sin ti, tampoco olvides a quien va caminando, habrá quien lo disfrute, quien lo odie, quien lo quiera y quien lo necesite, no significa que este mal, es una elección francamente personal, y te aseguro que ambas requieren decisiones, esfuerzos o sacrificios, no te sientas superior por estar en las alturas, no menosprecies a quien decide volar. 

Ahora, tú que estas arriba, disfruta el paisaje, el viento, el momento, no tengas miedo, todo pasa, y esto también pasará.


martes, 12 de abril de 2016

Yo soy...¿o soy yo?

Me despierto,
escucho voces a los lejos y huyo
me persiguen policías
uno de ellos se me hace conocido
pero soy muy ágil y me escabullo entre techos, callejones y patios traseros,
al final me atrapan, me llevan a una cárcel,
se me acusa de haber matado a muchos niños y a una mujer.
me doy cuenta que soy hombre ¿siempre fuí hombre?,
yo soy Gabriela, no soy un hombre y mucho menos un asesino ¿no?
El policía que se me hizo conocido, es mi amigo, el me conoce y si le explico entenderá que soy Gabriela y me ayudara.
Lo intento convencer, no funciona, en cambio se me abalanza a golpes fúricos mientras me dice a gritos que maté a Gabriela...¡pero es que yo...yo soy Gabriela!

sábado, 29 de noviembre de 2014

El águila y el albatros

Ven.
El infierno acecha en cada rincón;
Tus manos tiemblan de impaciencia,
Sabes del cántico oculto tras velas
Y de la ceremonia impía de oscuras razones
Que habrá de terminar en el suave sacrificio
De tu sanidad.

Camina.
El águila se torna en presa,
El ave marina ha mutado su cuerpo
En hábil cazadora de nubes de esperanza.
Su voz atronadora, dulce blasfemia;
El beso de sus alas, lujuria y alabanza;
Y en las nubes, frágil desvelo;
El réquiem por tu inocencia
Desvalida.
La galería está siempre abierta:
El truco del espejo, disponible a tus ojos.
¿Quién se oculta?
¿Quién gesticula tan horrísonas muecas?
Ven, que las tinieblas esperan,
Ven aquí

Ven Ya.



Por Alejandro León


Espero algún día regreses a reclamarme que lo haya publicado :)

De verdad lo espero.